Soy Fred, tengo formación en finanzas y empresariales, pero he trabajado principalmente en TIC.
Llevo fotografiando desde que tenía, más o menos, 10 años. Me dejaban hacer alguna foto de vez en cuando con la cámara de mi padre. Esa primera foto aún está en mi álbum. Ya no estoy seguro de si era exactamente la misma cámara que cogí en Marktplaats, véase la foto, pero por lo demás se parece mucho.
Después tuve varias cámaras, empezando por una Ilford Sportsman, pasando por una Konica, entre otras, hasta llegar a una Minolta 7000i.
Luego llegó la era digital y una serie de cámaras digitales diferentes. La primera fue una cámara para mi año sabático 1999-2000 en Ciudad Ho Chi Minh. Había comprado una cámara digital especialmente para ese viaje. Y teniendo en cuenta el coste de todo el proyecto y los precios de las cámaras en aquella época, sólo una de segunda mano con una resolución de (viendo el tamaño de las fotos) 320*240 era factible. Y además era muy visible: se veían casi todos los píxeles. Creo que tuve que pagar unos fl.300 por ella.
La razón para hacerlo a pesar del elevado precio y la baja resolución era sencilla. Por aquel entonces, me dedicaba exclusivamente a hacer diapositivas. Un escáner fotográfico, también adecuado para diapositivas, me resultaba inasequible. Y yo seguía queriendo mantener informados a los de casa.
Debido a un trabajo muy ajetreado, la fotografía estuvo en un segundo plano durante mucho tiempo. En vacaciones, seguía sacando muchas diapositivas y más tarde fotos digitales, pero por lo demás la cámara apenas salía de la bolsa.
A principios de 2011, me mudé a Vietnam y viví en algún lugar en medio de la nada, cerca de Nha Trang. A mediados de 2016, de todos modos, empezó a picarme de nuevo, en parte porque mi hermano, tras su jubilación, también retomó la afición a la fotografía con mucha energía. Entonces apenas pude quedarme atrás.
Como insistí en comprar mi equipo en los Países Bajos, tuve unos meses para informarme y elegir. El resultado fueron extensas conversaciones con mi hermano y correos electrónicos a una tienda de fotografía de los Países Bajos.
Al final, había una lista de la compra con una elección final para unos pocos artículos como la cámara, el objetivo y el flash, y otros se debatían en la tienda de fotografía.
El primer lunes que estuve en Holanda, ya estaba en la tienda de fotografía a las 10:00 y volví a salir poco menos de dos horas después con las bolsas llenas y la cartera vacía. La verdad es que el aprendizaje fue a veces decepcionante: hay tanto que configurar por defecto. Pero al final funcionó razonablemente bien.
Debido a la enorme contaminación acústica, contra la que el incompetente gobierno vietnamita no hace nada, volví a Holanda a finales de 2022. Para consolarme, me he regalado una cámara nueva y un dron.
Actualmente vivo en España. Aún no está claro hasta qué punto será permanente.
Hablo neerlandés, inglés y alemán. Lo siento, todavía no hablo español.